El desarrollo normativo en materia de infancia –nacional
e internacional- tiende de manera general al reconocimiento de las niñas, niños
y adolescentes como sujetos plenos de derechos, con características específicas
y distintas de los adultos, con requerimientos de atención especializada y con
un amplio catálogo de derechos humanos a su favor; y se les debe brindar una atención especializada y considerar ciertos estándares
adicionales que respondan a sus diferencias –de desarrollo cognitivo, emocional
y moral- frente a los adultos.